Todo lo Que Necesitas Saber Sobre el Impuesto de Sucesiones en 2025
El impuesto de sucesiones es una cuestión que suele suscitar dudas entre quienes reciben una herencia.
Comprender cómo se calcula este impuesto ayuda a evitar errores y permite una mejor planificación fiscal.
El análisis de un caso práctico puede ayudar a aclarar conceptos fundamentales para cualquiera que deba gestionarlo, ya sea en Andalucía o en cualquier otra comunidad.
En este artículo, exponemos un ejemplo detallado sobre la liquidación y cálculo de este impuesto.
¿Qué es el impuesto de sucesiones?
El impuesto de sucesiones es un tributo que grava la transmisión de bienes, derechos o patrimonio que una persona recibe por herencia tras el fallecimiento de otra.
Este impuesto se aplica a cualquier aumento patrimonial obtenido de forma gratuita, como una herencia o un legado.
Afecta tanto a bienes muebles como inmuebles, cuentas bancarias, vehículos, acciones y otros activos.
El heredero está obligado a declarar y pagar este impuesto, siempre que acepte la herencia.
En función de la comunidad autónoma donde resida el fallecido, la normativa y el importe pueden variar.
Por ejemplo, en Andalucía se utilizan los modelos 650 y 660 para la declaración y liquidación del impuesto de sucesiones.
- Modelo 650: Se utiliza para autoliquidar el impuesto cuando se heredan bienes.
- Modelo 660: Es el documento informativo sobre la relación de bienes heredados.
El impuesto se calcula teniendo en cuenta el valor total de los bienes recibidos, las reducciones aplicables y el grado de parentesco con el fallecido. Estos factores pueden variar significativamente entre comunidades autónomas.
Resulta importante presentar la declaración en el plazo legal establecido, ya que no pagar o hacerlo fuera de plazo puede acarrear intereses y sanciones.
¿Qué fiscalidad se aplica a las herencias?
El impuesto de sucesiones es un tributo estatal cedido a las comunidades autónomas. Grava la adquisición de bienes y derechos por herencia, legado o cualquier otro título sucesorio.
Cada comunidad autónoma puede modificar tipos, bonificaciones y reducciones.
Las tasas suelen situarse entre el 7,65 % y el 34 % según el valor recibido y el grado de parentesco. Por ejemplo, en algunas comunidades, los cónyuges y descendientes pueden tener bonificaciones de hasta el 99 % en la cuota, como ocurre en Andalucía y, en concreto, en Sevilla. La gestión de este impuesto exige la presentación de modelos específicos. Los modelos 650 y 660 son los más habituales:
Los herederos deben presentar estos modelos en la comunidad autónoma donde residía el fallecido.
El plazo general es de seis meses desde el fallecimiento, aunque puede solicitarse una prórroga. Se calcula el valor de todos los bienes y derechos del fallecido, incluyendo inmuebles, dinero, acciones y otros activos. También se pueden aplicar reducciones, por ejemplo, la vivienda habitual o empresas familiares.
La fiscalidad en Sevilla y Andalucía resalta por sus amplias bonificaciones para familiares directos, haciendo que en muchos casos el impuesto efectivo sea bajo.
Sin embargo, para colaterales y no familiares, la carga fiscal puede ser significativamente mayor.
¿Cuándo debes pagar el impuesto de sucesiones?
El impuesto de sucesiones en España debes abonarlo generalmente en un plazo de seis meses contados desde la fecha del fallecimiento del causante. En algunos casos, es posible solicitar una prórroga de otros seis meses, pero esta debe ser solicitada dentro de los primeros cinco meses desde el fallecimiento. El pago debe realizarse incluso si la herencia no se ha repartido formalmente entre los herederos.
Es importante recordar que la declaración del impuesto es obligatoria.
Situaciones comunes:
- Fallecimiento de una persona: El plazo de seis meses comienza a contar desde el día del fallecimiento.
- Solicitud de prórroga: Si los herederos necesitan más tiempo, pueden pedir una extensión antes de que pasen cinco meses.
- Herencias internacionales: Si el heredero reside en el extranjero o los bienes están fuera de España, los plazos suelen ser los mismos, aunque puede ser necesario presentar documentos adicionales.
Tabla de plazos:
Cumplir con los plazos es fundamental para evitar recargos e intereses.
Una vez vencido el plazo ordinario o la prórroga, la administración puede aplicar sanciones.
¿Cómo funciona el impuesto de sucesiones?
El impuesto de sucesiones grava la transmisión de bienes, derechos y obligaciones tras el fallecimiento de una persona. Este tributo afecta a las personas físicas que reciben una herencia o legado.
Existen dos sistemas principales para gestionar el impuesto en España: la autoliquidación y la liquidación administrativa.
El sistema de autoliquidación
En comunidades como Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia, Murcia y Valencia, el sistema exige que el heredero presente la autoliquidación.
Deben calcular el importe, cumplimentar el modelo correspondiente y pagar el impuesto en la administración autonómica.
Pasos básicos:
- Obtener documentación sobre los bienes heredados.
- Realizar la valoración de los bienes y derechos.
- Rellenar el formulario o modelo aprobado por la comunidad.
- Presentar y abonar el impuesto dentro del plazo de seis meses desde el fallecimiento.
El sistema de liquidación administrativa
En Cantabria, Extremadura, La Rioja, Madrid, Navarra, País Vasco, Ceuta y Melilla, la propia administración calcula y notifica la cantidad a pagar.
El contribuyente presenta la documentación y espera a que la comunidad autónoma realice la valoración y determine la cuota tributaria. Aquí el procedimiento es más sencillo, ya que no se requiere calcular el impuesto de forma independiente, pero es necesario entregar todos los documentos y esperar la resolución de la administración.
Los modelos de declaración y la documentación necesaria pueden variar según la comunidad autónoma. Es importante consultar la normativa local antes de iniciar el trámite.
¿Dónde debes presentar el impuesto de sucesiones?
El Impuesto sobre Sucesiones debes presentarlo en la comunidad autónoma de residencia habitual del fallecido. Por ejemplo, si la persona fallecida vivía en Andalucía, se debe tramitar en esta misma comunidad. En el caso de Andalucía, los herederos tienen la opción de presentar el Modelo 650.
Este modelo puede presentarse de manera telemática a través de la Sede Electrónica de la Junta de Andalucía, o presencialmente en las oficinas de asistencia en materia de registros.
Opciones de presentación en Andalucía:
- Telemáticamente: Usando la plataforma electrónica de la Junta de Andalucía.
- Presencialmente: En oficinas de la Junta de Andalucía o en cualquier oficina de asistencia en registros públicos.
La documentación a acompañar suele incluir, además del Modelo 650, el certificado de defunción y el último testamento o declaración de los herederos.
El plazo para presentar el impuesto es generalmente de seis meses desde la fecha de fallecimiento.
Puede solicitarse una prórroga si es necesario, pero debe hacerse dentro de los cinco primeros meses.
¿Qué documentación debes presentar?
Para el trámite del Impuesto de Sucesiones, es imprescindible aportar cierta documentación tanto en el sistema de autoliquidación como en el sistema de liquidación administrativa.
En el sistema de autoliquidación, el contribuyente recopila y presenta la documentación.
Es necesario presentar:
- Certificado de defunción del causante.
- Certificado del Registro General de Actos de Última Voluntad.
- Testamento o declaración de herederos abintestato.
- Fotocopia del DNI de los herederos y del fallecido.
- Escritura de adjudicación de herencia o documento privado que recoja las operaciones de reparto.
- Certificado de seguros de vida donde se indiquen beneficiarios e importes, si corresponde.
- Recibo del IBI y títulos de propiedad de los inmuebles heredados, o en su defecto, nota simple registral.
En el sistema de liquidación administrativa, la administración verifica y calcula el impuesto.
Los documentos básicos suelen ser los mismos, pero la administración puede solicitar información adicional como justificantes de deudas, gastos deducibles o documentación fiscal relacionada. Para ambos sistemas, los documentos deben ser actuales y legibles.
Se debe incluir cualquier identificación fiscal requerida, especialmente cuando los herederos son menores de edad.
Conclusiones clave
El impuesto de sucesiones es un tributo obligatorio que deben pagar los herederos por los bienes y derechos adquiridos tras un fallecimiento.
Su gestión y cuantía varían según la comunidad autónoma, siendo Andalucía una de las más favorables para familiares directos gracias a sus bonificaciones.
Existen dos sistemas de gestión (autoliquidación y liquidación administrativa) y es imprescindible respetar los plazos y presentar la documentación requerida.
Comprender cómo funciona este impuesto permite evitar sanciones y facilita una correcta planificación fiscal del patrimonio heredado.
Frequently Asked Questions
