Entender cómo proceder con una reclamación de gastos hipoteca puede ahorrarte una cantidad importante de dinero.
Si has pagado ciertos gastos al gestionar tu hipoteca, podrías tener derecho a solicitar un reembolso.
Estos gastos pueden incluir tarifas de tasación, gestoría y parte de los gastos notariales.
En este artículo, te mostraremos ejemplos y técnicas efectivas para realizar dicha reclamación correctamente.
Una reclamación de gastos de hipoteca es un proceso mediante el cual puedes solicitar el reembolso de ciertos costes asociados a tu hipoteca.
Estos gastos, originados al formalizar un contrato de préstamo inmobiliario, pueden incluir la notaría, el registro de la propiedad, la tasación, y otros honorarios administrativos.
En muchos casos, estos gastos fueron pagados completamente por consumidores, como tú, aunque legalmente debieron ser compartidos con la entidad financiera.
Desde la entrada en vigor de la Ley 5/2019 sobre contratos de préstamo inmobiliario, también conocida como la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario, se han fortalecido las medidas para proteger tus derechos.
Esta ley regula, entre otros aspectos, cómo deben repartirse los gastos y qué parte recae sobre ti o sobre el banco.
Si tienes un contrato de hipoteca con cláusulas abusivas, como la cláusula suelo o el índice IRPH, esto podría afectar a tus posibilidades de reclamar.
Es esencial revisar tu contrato y evaluar cada cláusula con atención.
Para iniciar una reclamación, debes preparar una carta dirigida a la entidad bancaria.
En ella, debes detallar los importes que buscas recuperar, apoyando tu solicitud con documentos que demuestren los gastos incurridos.
Presenta la carta por correo certificado o directamente en la oficina bancaria.
Una reclamación de gastos hipotecarios es necesaria cuando has pagado más de lo que te corresponde durante el proceso de formalización de una hipoteca.
Estos gastos pueden incluir gestoría, notaría, y tasación.
Si descubres que las cláusulas del préstamo especifican que tú asumes todos estos costes, podrías encontrarte en un caso para reclamar.
Muchas veces, estas cláusulas son consideradas abusivas por los tribunales, lo que te da la oportunidad de recuperar parte de ese dinero.
Además, si la fecha de inicio para el plazo de prescripción para tu reclamación no se considera el día en que firmaste el contrato, sino cuando conociste que la cláusula era abusiva, es el momento de actuar.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha establecido que este es el punto de partida.
Así que si te percatas que has participado en una hipoteca que contiene cláusulas injustas de reparto de gastos hipotecarios, y todavía estás dentro del plazo para reclamar basado en la reciente jurisprudencia, es aconsejable iniciar el proceso de reclamación para proteger tus derechos financieros.
Redactar una reclamación de gastos hipotecarios es un proceso que puedes realizar para recuperar los costes asociados a tu hipoteca.
Puede ser útil realizar una lista de los conceptos involucrados: gestoría, registro, tasación, etc.
Incluye puntos como las facturas recibidas por cada concepto reclamado, así como cualquier otro documento relevante que justifique tus razones.
Detalla las cantidades exactas que estás reclamando, basándote en las facturas y otros documentos proporcionados.
Evita el uso de un lenguaje ambiguo o complicado; el objetivo es que tu reclamación sea fácilmente comprensible por la entidad financiera.
Comprueba que cada parte del documento esté correctamente estructurada y que no falten elementos importantes.
Considera mandar una copia certificada o un correo electrónico con acuse de recibo para tener constancia de que fue recibido.
Los propietarios de hipotecas pueden recuperar gastos de notaría, registro, gestoría y tasación tras demostrar la nulidad de la cláusula que los obliga. Esto aplica a hipotecas firmadas antes de junio de 2019.
Consulta a un asesor financiero para evaluar los detalles de tu caso y asegurarte de que puedes reclamar.
Es imprescindible presentar la escritura de la hipoteca, las facturas originales de notaría, registro, gestoría y tasación, y cualquier documento que acredite el pago.
Estos documentos respaldan tu solicitud y son esenciales para el proceso. Puede ser útil adjuntar una copia de tu DNI al presentarlas.
El plazo puede variar según la regulación local y las revisiones legales, pero generalmente se establece alrededor de cuatro años desde la fecha en la que se puede considerar el derecho como ejercible.
Consulta a un abogado para conocer el plazo específico aplicable a tu situación particular.
La reclamación empieza en la entidad bancaria con la que firmaste la hipoteca.
Presenta ahí tu documentación y petición formal.
Si el banco no responde favorablemente, puedes acudir a organismos de protección al consumidor u optar por vías judiciales para resolver el conflicto.
No siempre es así.
Aunque muchos bancos resuelven las reclamaciones sin problemas, en algunos casos es necesario acudir a los tribunales si la entidad se niega.
Consultar con un abogado puede ser crucial para determinar los pasos a seguir en caso de falta de acuerdo extrajudicial.
No todos los bancos están obligados a devolver los gastos, pero muchos se comprometen a ello bajo ciertas circunstancias.
Las entidades tienden a seguir directrices legales recientes, lo que influye en su decisión de reembolsar o no.
Verifica políticas y procedimientos actuales directamente con tu banco.
Depende del plazo de prescripción legal. Generalmente, es de unos cuatro años desde la primera jurisprudencia que declara nulas las cláusulas abusivas.
Es importante actuar dentro de este periodo para asegurarte de que tu reclamación sigue siendo válida y no ha expirado.