¿Qué son los contratos de trabajo indefinido?
Un contrato de trabajo indefinido (también llamado contrato a término indefinido) es el acuerdo laboral que establece una relación de trabajo sin límite de tiempo, lo que significa que no existe una fecha de finalización pactada desde el inicio. En España, es el modelo contractual más estable y protege tanto al trabajador como a la empresa, ya que regula los derechos, las obligaciones, las condiciones económicas y la duración de la relación laboral de manera abierta.
La normativa laboral española, recogida principalmente en el Estatuto de los Trabajadores (Real Decreto Legislativo 2/2015), establece que este contrato ofrece al trabajador estabilidad en el empleo y a la empresa la posibilidad de contar con un recurso humano permanente, salvo que exista causa justificada para la terminación. Puedes consultar el texto actualizado del Estatuto en el portal oficial del BOE.
¿Cuándo necesitas un contrato de trabajo indefinido?
1. En relaciones laborales de larga duración
Este contrato es imprescindible cuando la empresa busca garantizar la continuidad de un puesto fundamental para su estructura. No se trata solo de cubrir una vacante, sino de asegurar que la persona que ocupa un cargo estratégico permanezca a lo largo del tiempo. En áreas como dirección, finanzas o tecnología, la estabilidad es un factor clave para la eficiencia, y un contrato indefinido protege tanto la inversión en formación como la transferencia de conocimiento dentro del equipo.
2. Tras la superación del periodo de prueba
Cuando un trabajador supera con éxito su periodo inicial de adaptación, el contrato indefinido se convierte en el paso lógico para formalizar la relación laboral. Este cambio no solo transmite confianza al empleado, sino que también fomenta un mayor compromiso con la empresa. Además, reduce la incertidumbre y permite a la organización planificar a largo plazo con un profesional que ya ha demostrado su valor en el día a día.
Consejo de experto:
Si conviertes un contrato temporal en indefinido tras superar el periodo de prueba, pide siempre una copia firmada del nuevo contrato. Esto garantiza que tu estabilidad quede reflejada de forma oficial y no solo de palabra.
3. Para la sustitución de contratos temporales
En muchos casos, un empleado que comienza cubriendo necesidades puntuales acaba ocupando un rol que se vuelve indispensable. Transformar un contrato temporal en indefinido evita el riesgo legal del encadenamiento de contratos y da al trabajador la estabilidad necesaria para implicarse más en sus funciones. Este cambio también beneficia a la empresa, que asegura la permanencia de un perfil que ya conoce los procesos internos y no requiere nuevas fases de adaptación.
4. Para la retención de talento
Uno de los principales desafíos actuales de las empresas es evitar la fuga de profesionales cualificados. Ofrecer un contrato indefinido es una estrategia efectiva para retener a empleados valiosos, ya que la seguridad laboral sigue siendo un factor decisivo en la satisfacción profesional. Además, este tipo de contrato refuerza la reputación de la empresa como un lugar en el que se puede construir una carrera a largo plazo, lo que aumenta su atractivo frente a competidores en el mercado laboral.
¿Cómo hacer un contrato de trabajo indefinido?
Paso 1: Identificación de las partes.
Todo contrato debe comenzar con la identificación clara de quién lo firma. Es necesario incluir los datos completos del trabajador, (nombre, apellidos, DNI, domicilio y correo electrónico o teléfono) junto con los de la empresa, (razón social, CIF y domicilio social). Esto no es un simple formalismo: sirve como garantía legal y evita que surjan disputas sobre quién está vinculado por el contrato en caso de reclamaciones futuras.
Paso 2: Definición del puesto de trabajo.
El contrato debe especificar el cargo que ocupará el trabajador, las funciones principales y el área o departamento en el que desempeñará su labor. Una descripción detallada evita malentendidos sobre responsabilidades no pactadas y protege a ambas partes. Por ejemplo, diferenciar si un administrativo realiza tareas contables o exclusivamente de gestión documental puede marcar la diferencia en posibles reclamaciones.
Paso 3: Condiciones salariales y beneficios.
Aquí se debe reflejar con exactitud el salario bruto anual, la periodicidad de los pagos, el número de pagas extraordinarias y cualquier complemento salarial (pluses de transporte, nocturnidad, comisiones, entre otros). Además, conviene indicar los beneficios adicionales como seguros médicos, formación financiada por la empresa o incentivos por productividad. Cuanto más transparente sea este apartado, menos conflictos surgirán en el futuro.
Consejo de experto:
Asegúrate de que todos los complementos y beneficios queden especificados por escrito en el contrato. Dejar estos detalles fuera puede complicar dicha reclamación en el futuro.
Paso 4: Jornada y horario.
Es esencial determinar si la jornada es completa o parcial, el número de horas semanales y cómo se distribuyen a lo largo de la semana. También puede especificarse si el trabajo se realiza de manera presencial, híbrida o telemática. Reflejar estos detalles no solo aporta claridad, sino que asegura el cumplimiento de los límites legales sobre los descansos y la duración máxima de la jornada establecidos en el Estatuto de los Trabajadores.
Paso 5: Duración.
Aunque el contrato sea indefinido, debe quedar reflejado que no tiene fecha de finalización, salvo las causas legales de rescisión (despido disciplinario, causas objetivas, mutuo acuerdo, entre otras). Esta cláusula es importante porque formaliza la naturaleza indefinida del contrato y da seguridad tanto a la empresa como al trabajador.
Paso 6: Periodo de prueba (opcional).
El contrato puede incluir un periodo de prueba, siempre respetando los máximos legales: hasta seis meses para técnicos titulados y dos meses para el resto de trabajadores (tres en empresas con menos de 25 empleados). Este tiempo permite a la empresa valorar el desempeño del trabajador y, al mismo tiempo, da al empleado la posibilidad de confirmar que el puesto cumple con sus expectativas. Superado este plazo, la relación pasa a ser plenamente indefinida con todos los derechos que ello conlleva.
Consejo de experto:
Solicita siempre un documento firmado donde se especifique la duración exacta del periodo de prueba. Sin esta cláusula por escrito, la empresa no podrá exigir su cumplimiento legalmente.
¿Qué debe contener un contrato de trabajo indefinido?
Un contrato indefinido válido debe incorporar, como mínimo, los siguientes apartados:
- Datos identificativos de empresa y trabajador.
- Descripción del puesto y funciones asignadas.
- Salario bruto anual y condiciones de pago.
- Duración de la jornada laboral y distribución horaria.
- Referencia a la normativa aplicable (Estatuto de los Trabajadores y convenio colectivo).
- Cláusulas adicionales como confidencialidad, no competencia o teletrabajo si aplican.
- Firma de ambas partes y fecha de inicio.
Consejos prácticos para redactar un contrato de trabajo indefinido
- Sé claro y específico: evita términos ambiguos que puedan dar lugar a interpretaciones erróneas.
- Incluye referencias al convenio colectivo aplicable, ya que regula aspectos esenciales como vacaciones, permisos o incrementos salariales.
- Revisa las cláusulas adicionales: por ejemplo, pactos de no competencia o de permanencia deben estar justificados y ajustados a la ley.
- Usa un modelo estructurado: apoyarte en una plantilla predefinida te ahorrará tiempo y evitará omisiones de información clave.
- Apóyate en herramientas digitales: plataformas como Legally.io permiten generar contratos indefinidos personalizados en minutos, garantizando la normativa vigente y reduciendo errores que pueden resultar muy costosos.
Consejo de experto:
Conserva siempre una copia firmada del contrato y de cualquier modificación posterior durante al menos 4 años, ya que este es el plazo habitual de prescripción en reclamaciones laborales.
Conclusiones clave
El contrato de trabajo indefinido es la base legal más sólida para establecer relaciones laborales estables en España. No solo protege al trabajador garantizando seguridad y derechos reforzados, sino que también otorga a la empresa confianza y continuidad en su gestión de personal.
Disponer de un modelo estructurado y actualizado evita errores y asegura que no se omitan apartados relevantes. Además, recurrir a herramientas jurídicas digitales simplifica el proceso, permitiéndote crear contratos adaptados a tu sector en cuestión de minutos.
En definitiva, redactar un contrato indefinido con claridad, precisión y ayuda legal es la mejor manera de fortalecer la relación laboral y proteger a ambas partes.






