Home
/
Familias y particulares
/
Notificación de impago

Modelo de notificación de impago y ejemplo de documento

Notificación de impago
Actualizado
03
/
09
/
2025
Nombres similares
aviso de falta de pago, notificación de deuda
+ 0más
Mostrar menos
Similar Tag Sample
Crea documentos legales rápido y sin complicaciones
Olvídate de abogados: todos los documentos tienen validez legal
Accede cuando quieras, estés donde estés
Documentos hechos a medida, según lo que necesites
Notificación de impago
Crear documento

Una notificación de impago es el primer paso formal para reclamar una deuda pendiente de manera legal y documentada. 

Este tipo de carta informa al deudor de su obligación, fija un plazo para el pago y advierte de las posibles consecuencias legales en caso de incumplimiento. Ya sea en alquileres, facturas vencidas o préstamos personales, la notificación cumple un papel clave para demostrar buena fe y proteger los derechos del acreedor. 

En este artículo, te explicamos qué es una notificación de impago, cuándo debes utilizarla, cómo redactarla correctamente, qué elementos debes incluir y algunos consejos prácticos para asegurar su validez.

Tabla de contenido

¿Qué es una notificación de impago?

Una notificación de impago es un documento formal utilizado para reclamar una deuda pendiente de pago. Su función principal es comunicar al deudor que existe una obligación vencida y que, en caso de no cumplirse, se iniciarán acciones legales o contractuales.

Este documento también se conoce como carta de reclamación de deuda, carta de impago o carta de reclamación de facturas pendientes, dependiendo del contexto. Aunque no siempre es exigido por la ley, se recomienda enviarlo porque genera una prueba documental de la reclamación.

En España, enviar esta carta es especialmente importante en casos de desahucio por falta de pago, ya que el propietario debe demostrar que intentó resolver la situación antes de acudir a los tribunales. También es útil en reclamaciones de facturas impagadas entre empresas, préstamos personales o incluso en disputas familiares relacionadas con bienes comunes.

Una notificación de impago no solo es un requisito previo en muchos procedimientos, sino que además muestra seriedad y profesionalidad frente al deudor, aumentando las probabilidades de que la deuda se pague sin necesidad de juicio. Puedes consultar el Código Civil español para entender el marco general sobre obligaciones y contratos en los artículos 1088 y siguientes (BOE - Código Civil).

Ejemplo de notificación de impago

Contar con un modelo base ahorra tiempo y asegura que no falte información clave. Un buen ejemplo debe incluir la identificación de ambas partes, el importe adeudado, el concepto de la deuda, la fecha límite para el pago y las advertencias legales en caso de incumplimiento.

Puedes adaptar este modelo tanto para un inquilino que no paga como para un cliente con facturas impagadas. También es válido en situaciones de préstamos entre particulares, siempre que existan pruebas del acuerdo original (contrato, recibos o justificantes de pago anteriores).

Este tipo de plantillas estandarizadas no solo simplifican la redacción, sino que también aportan consistencia legal y te sirven como respaldo ante terceros.

¿Cuándo necesitas enviar una notificación de impago?

1. Impago de alquiler

El impago de la renta es una de las situaciones más frecuentes en las que se utiliza una notificación de impago. Cuando un arrendatario incumple con sus obligaciones, el propietario no solo debe reclamar el importe adeudado, sino también dejar constancia escrita de la reclamación. Esta carta suele incluir el detalle de las mensualidades pendientes, la fecha en la que debieron abonarse y un plazo concreto para regularizar la situación. 

Además, su envío demuestra buena fe y es un requisito previo para poder iniciar un desahucio por falta de pago ante los tribunales. En la práctica, muchos inquilinos responden de forma positiva a esta comunicación, ya sea abonando la deuda o pactando un calendario de pagos, lo que evita un procedimiento judicial largo y costoso.

Consejo de experto: 

Si el contrato de arrendamiento incluye una cláusula de resolución automática por falta de pago, menciona este punto en la notificación. Esto deja claro al inquilino que el incumplimiento puede conllevar el desalojo inmediato tras la acción judicial.

2. Reclamación de facturas pendientes

En el ámbito empresarial, los impagos generan importantes problemas de liquidez, especialmente para pymes y autónomos. Una carta de reclamación de factura impagada permite recordar de manera formal la obligación de pago, evitando que el retraso se prolongue indefinidamente. En este tipo de notificación es recomendable indicar no solo el importe y la fecha de vencimiento, sino también la referencia de la factura y, en su caso, los intereses moratorios previstos en el contrato o en la Ley de Morosidad

Además, la carta cumple una función estratégica: demuestra seriedad y profesionalidad de la empresa, reforzando su posición frente al cliente deudor. En muchos casos, este simple paso es suficiente para que el pago se realice sin necesidad de iniciar acciones judiciales que encarecerían el conflicto.

Consejo de experto: 

Cuando reclames facturas impagadas, indica en la carta la aplicación de la Ley 3/2004 contra la morosidad. Esto añade fuerza legal a tu reclamación y permite exigir intereses de demora más altos si el deudor no paga en plazo.

3. Herencias y bienes compartidos

En comunidades de herederos o en situaciones donde varias personas comparten la titularidad de un bien, es habitual que surjan conflictos por los gastos comunes. Desde tributos como el IBI hasta reparaciones y suministros, no siempre todos los copropietarios cumplen con su parte. La notificación de impago permite a los demás copropietarios dejar constancia clara de quién está incumpliendo y cuál es la cuantía exacta que se reclama. Este documento cobra aún más importancia cuando los herederos viven en diferentes ciudades o incluso en el extranjero, ya que aporta transparencia y reduce el riesgo de malentendidos. 

Además, su remisión constituye la base para iniciar un procedimiento de división de cosa común o de reclamación judicial, con lo que se convierte en un paso fundamental para ordenar las cuentas en herencias complejas.

4. Préstamos y deudas privadas

En el caso de préstamos personales entre familiares, amigos o conocidos, el envío de una notificación de impago aporta seriedad y formalidad a la reclamación. Muchas veces este tipo de acuerdos se cierran de manera informal, lo que dificulta la recuperación de la deuda en caso de incumplimiento. Una carta de impago en estos supuestos debe incluir la referencia al préstamo original, el importe prestado, las cuotas vencidas y los plazos acordados. 

También puede mencionar los posibles intereses en caso de retraso, si se pactaron desde el inicio. Este paso resulta clave antes de acudir a un proceso judicial, ya que demuestra que el acreedor intentó resolver el conflicto por la vía extrajudicial. En consecuencia, aumenta la probabilidad de éxito en los tribunales y ayuda a preservar, en la medida de lo posible, la relación personal entre las partes.

¿Cómo redactar una notificación de impago?

Redactar este documento requiere precisión, formalidad y orden.

Paso 1: Identificación de las partes.

La identificación de las partes es el punto de partida de toda notificación de impago, ya que otorga validez y certeza sobre quién reclama y contra quién se dirige la reclamación. En el caso de personas físicas, deben figurar el nombre completo, número de DNI o NIE y domicilio actualizado. Si se trata de empresas, se deben añadir la razón social, CIF y domicilio social. 

Incluir estos datos de manera precisa evita que el deudor alegue errores de notificación y asegura que el documento pueda usarse como prueba en un proceso judicial. En contratos de alquiler, por ejemplo, es recomendable añadir además la dirección del inmueble afectado, mientras que en reclamaciones empresariales puede indicarse también el número de cliente o proveedor.

Paso 2: Descripción de la deuda.

La descripción debe ser completa y objetiva, para que no existan interpretaciones erróneas. Aquí es necesario explicar el origen de la deuda (por ejemplo, cuotas de alquiler, facturas de servicios, préstamos personales), el importe exacto y la fecha en que debió pagarse. En el caso de facturas, es recomendable incluir el número y fecha de emisión, así como adjuntar una copia. 

En situaciones de arrendamiento, conviene señalar el período de renta impagado. Un error común es ser demasiado genérico, lo que debilita la reclamación. Una descripción completa aporta solidez al documento y refuerza la posición del acreedor en caso de que se llegue a un procedimiento judicial.

Paso 3: Plazo de cumplimiento.

La fijación de un plazo específico es lo que convierte la carta en un requerimiento formal y no en una simple comunicación. El período más habitual es de 7 a 15 días hábiles, aunque en deudas empresariales puede extenderse un poco más si existen negociaciones abiertas. 

Este plazo debe ser razonable, lo suficientemente corto para demostrar la urgencia del pago, pero adecuado para que el deudor pueda reunir el importe reclamado. Indicar la fecha exacta de vencimiento del plazo evita confusiones y bloqueos. Además, un plazo concreto abre la puerta a reclamar judicialmente intereses de demora a partir de ese día, en virtud de lo establecido en la legislación aplicable.

Consejo de experto: 

Aunque la ley no fija un plazo concreto, lo aconsejable es conceder entre 10 y 15 días hábiles. Un margen razonable demuestra tu voluntad de acuerdo y te beneficia en caso de que el conflicto llegue a los tribunales.

Paso 4: Consecuencias del incumplimiento.

Una de las secciones más relevantes es la advertencia sobre las consecuencias del impago. Aquí se debe dejar claro que, en caso de no recibir el pago dentro del plazo señalado, se tomarán medidas legales que pueden incluir un procedimiento judicial de reclamación, el embargo de bienes o incluso el inicio de un desahucio en el caso de arrendamientos. 

También puede advertirse la aplicación de intereses de demora o la ejecución de garantías pactadas, como avales o fianzas. Es importante que estas consecuencias estén descritas de manera firme pero profesional, evitando expresiones amenazantes que puedan restar formalidad al documento.

Paso 5: Cierre formal y firma.

El cierre de la carta es el broche que le otorga autenticidad y fuerza legal. Debe incluir la fecha de emisión y la firma del acreedor, representante legal o apoderado autorizado. Sin estos elementos, el documento pierde valor probatorio. Para reforzar su eficacia, se recomienda enviar la notificación por burofax con certificación de contenido y acuse de recibo, lo que garantiza que quede constancia de su envío y recepción. 

En algunos casos, puede optarse también por un envío mediante correo certificado, pero el burofax ofrece mayor seguridad jurídica. Conservar una copia firmada junto con el justificante de entrega es esencial para respaldar cualquier reclamación posterior en los tribunales.

Elementos esenciales de la notificación

Una notificación de impago bien elaborada debe contener:

  • Datos de ambas partes: nombre completo, identificación fiscal y domicilio.
  • Motivo de la reclamación: alquiler, factura, préstamo, etc.
  • Importe y concepto de la deuda: detallando si hay intereses o recargos aplicables.
  • Requerimiento de pago en plazo: claro y concreto.
  • Advertencia de medidas posteriores: proceso judicial, intereses o incluso desahucio.
  • Firma y fecha: indispensables para su validez.

Cada uno de estos elementos cumple una función probatoria. Si alguno falta, el documento pierde fuerza legal.

Consejos prácticos para elaborar tu carta de impago

  • Sé claro y concreto: evita rodeos y expresiones ambiguas, el deudor debe entender qué se le reclama y en qué plazo.
  • Mantén un estilo formal y respetuoso: aunque la situación sea tensa, un lenguaje profesional aumenta las posibilidades de acuerdo.
  • Usa medios fehacientes para enviarla: burofax o carta certificada con acuse de recibo. Esto evita que el deudor alegue desconocimiento.
  • Adjunta documentos de respaldo: facturas, contratos o justificantes impagos fortalecen tu posición.
  • Conserva una copia de todo: tanto de la carta enviada como del comprobante de recepción, ya que serán clave si el conflicto llega a los tribunales.
  • No retrases la reclamación: cuanto más tiempo pase, menor será la probabilidad de recuperar la deuda sin litigio.

Consejo de experto: 

Opta siempre por el envío mediante burofax con certificación de contenido. Es el medio más aceptado en los tribunales españoles y garantiza que el deudor no pueda alegar desconocimiento de la reclamación.

Conclusiones clave

Una notificación de impago constituye la primera vía legal y extrajudicial para reclamar deudas de manera seria y eficaz.

Este documento resulta esencial en situaciones de alquileres impagados, facturas pendientes, herencias compartidas o préstamos entre particulares. 

Su correcta redacción y envío no solo aumentan las probabilidades de cobro, sino que también sirven como prueba ante un juez.

Con una notificación bien estructurada, proteges tus derechos, demuestras tu buena fe y reduces el riesgo de enfrentarte a litigios largos y costosos.

Preguntas frecuentes

¿Qué es una notificación de impago?
¿Cuándo conviene enviar una carta de impago?
¿Cómo debe enviarse la notificación?
¿Qué ocurre si el deudor no responde?
Notificación de impago
Crear documento
Cerrar
Document Popup Title
Este es solo un ejemplo de vista previa. El documento final se ajustará a tus necesidades en función de la información que nos facilites en los siguientes pasos.
Crear documento