¿Qué es un contrato de compraventa mercantil?
Un contrato de compraventa mercantil es un acuerdo en el que una parte, llamada vendedor, se compromete a transferir la propiedad de un bien mueble.
El comprador, por su lado, está obligado a pagar un precio acordado en dinero.
El objeto del contrato se refiere a los bienes muebles, es decir, cosas que pueden moverse y trasladarse, como mercancías.
Estos bienes tienen como propósito la reventa, a menudo en la misma forma o modificados, para generar lucratividad.
Los contratos de compraventa mercantil suelen darse en un contexto donde las partes buscan un beneficio económico.
Este carácter mercantil implica que tanto la causa como el objeto se enmarcan dentro de las llamadas actividades comerciales.
El precio es un elemento esencial. Esta cantidad de dinero debe ser cierta y determinada, garantizando claridad en el intercambio de bienes.
Por ejemplo, la venta de un lote de zapatillas a una tienda minorista se califica como contrato de compraventa mercantil.
En los contratos mercantiles, las partes pueden incluir cláusulas adicionales que regulen aspectos como plazos de entrega, formas de pago, o garantías.
Esto asegura que ambas partes entiendan y acepten las condiciones establecidas.
¿Cuándo necesitas un contrato de compraventa mercantil?
Un contrato de compraventa mercantil se emplea cuando el objetivo es la compra y venta de bienes con ánimo de lucro.
Este contrato es común en transacciones entre comerciantes o cuando el comprador actúa con fines mercantiles.
Bienes involucrados: Se trata de bienes muebles, como ropa o electrodomésticos, y de bienes inmuebles adquiridos con carácter especulativo.
Los contratos con consumidores generalmente no entran en esta categoría, ya que son de naturaleza civil. Sin embargo, si el vendedor es un proveedor y el comprador un comerciante, el contrato sigue siendo mercantil.
Las partes contratantes tienen la obligación de cumplir con los términos acordados.
El vendedor debe asegurar que los bienes entregados cumplan con las características prometidas y sean entregados en tiempo y forma.
Por otra parte, el comprador está obligado a efectuar el pago dentro del plazo establecido y garantizar la recepción adecuada de los bienes.
Garantías y plazos son aspectos cruciales.
Por ejemplo, un plazo común para la revisión y aceptación de los bienes puede ser de 24 horas, según el artículo 337 del Código de Comercio.
Cómo redactar un contrato de compraventa mercantil
Paso 1: Identifica los datos de las partes.
Empieza identificando claramente a las partes involucradas. Debes incluir nombres completos, direcciones, números de identificación fiscal, y cualquier otra información relevante.
Estos datos aseguran que ambas partes están legalmente reconocidas y responsables.
Paso 2: Define el objeto del contrato.
El contrato debe especificar claramente cuál es el objeto de la compraventa.
Describe con detalle el bien o bienes que se están transaccionando, incluyendo características específicas y cantidad.
Paso 3: Incorpora declaraciones y garantías.
Incluye declaraciones de ambas partes sobre su capacidad para cumplir con el contrato.
Las garantías pueden estar relacionadas con la calidad del bien, certificando su estado y condiciones.
Paso 4: Establece las cláusulas comunes.
Redacta cláusulas que definan las obligaciones y derechos de cada parte, la forma de pago, los plazos, y las posibles penalizaciones por incumplimiento.
Las cláusulas comunes pueden también referirse a la resolución de disputas.
Paso 5: Especifica la forma de pago.
Detalla cómo se realizará el pago. Puede ser un pago único o un pago aplazado.
Indica si se utilizarán métodos electrónicos, transferencias bancarias o cualquier otra forma específica.
Paso 6: Incluye y aclara los gastos adicionales.
Define quién será responsable de los gastos de transporte, gastos notariales y cualquier otro gasto asociado como el registro de la propiedad. Todo esto debe estar claramente especificado para evitar futuros conflictos.
Paso 7: Asegura las firmas y anexos.
Para validar el contrato, asegúrate de que ambas partes firman el documento.
Adjunta anexos relevantes, como inventarios u otras pruebas que respalden la transacción.
Considera la presencia de testigos, si es necesario, para proporcionar respaldo adicional.